Editorial | Transición rápida en el PP para poder trabajar
La grave crisis en la que se ha sumido el PP debe convertirse cuanto antes en una catarsis que le permita clarificar su organigrama para volver a su razón de ser, dar servicio a la ciudadanía. Los partidos políticos son elemento fundamental de la Democracia y resulta imprescindible su participación como representantes de la voluntad popular expresada en las urnas. Por ello, parece inaceptable que periódicamente se suman en este tipo de fangos —como el que se vive estos días en Génova, 13— al transformar la legítima pugna por el poder interno en una auténtica batalla barriobajera marcada por una especie de ‘todo vale’. Pablo Casado está obligado a impulsar cuanto antes una transición urgente para facilitar que un nuevo equipo lidere el partido. No sólo por el bien de la formación. El espectáculo tiene consecuencias más allá del desprestigio del propio PP. La sociedad necesita formaciones serias y respetadas.