Hijos de Putin
Macágondeu con el noi de aquel kagebé que ahora es un zar rojiblanquiazul como el trapo imperial que pone a Rusia en marcha hacia su orgullo perdido, nos explica nuestro instruido barman Raúl Raúlovich Villafeliz; ese Putin vio que lo soviético donde aprendió todo lo suyo tenía un puntito muy-muy excitante al que nunca renunciaría: poder joder sin pedir permiso, aquí te pillo, aquí te mato, aquí te pillo, aquí te invado, relájate y no me saques las uñas, que te las corto a machete. Por eso no es una guerra esto, eminencias, esto es una maldita y desproporcionada invasión con bota malaya y nadie irá a defender a Ucrania pegándose con los rusos en territorio impropio, nadie, por una razón sencilla: aquí todos tienen mucho que perder y ahí sólo se ganan bombazos al bies y la inquina perpetua del Kremlin. ¡Ucranianos!, san Joderse tiene catedral en Moscú, basílica en China y parroquias en todos lados; perded toda esperanza. Europa os cae más lejos de lo que esperabais y el americano medio pone vela a san Titubeo Macabeo mientras Trump asegure que lo de Putin es una jugada maestra y que le ha dado ideas para él hacer algún día lo mismo con Méjico... y que pa chulo, su pirulo.
Raúlovich cree que Putin se sabe apoyado y envidiado por toda derecha populorra que cree, como él, que la democracia es una imperfección y hasta un obstáculo que premia a castas, políticos, vagos, inmigrantes y delincuentes y que viene una nueva era anarcocapitalista que maldice a cada minuto al neoliberalismo, a lo globalista y al ecobuenismo, restaurando el nacionalismo de frontera-foso y ¡chate juera!, lo que explica que surja hoy por el mundo alante un creciente número de hijos de Putin que se apellidan Le Pen, Orban, Trump, Bolsonaro, Salvini (y con boca cerrada, nuestra ultraderechita cobarde), del mismo modo que hace un siglo germinaron y se expandieron los hijos de Lenin . Y es que Lenin y Putin acaban igual, en lo in de sus aventuras ideológicas, geopolíticas... y expansivas, imitando así a las ondas de sus discursos voceados y de sus bombas.