Editorial | El afán de la Diputación por dar vida bancaria a los pueblos tiene éxito
En la Diputación Provincial existía una creciente preocupación por el problema de ausencia de servicios bancarios que alcanza a más de 75.500 leoneses. Un conflicto que requería soluciones, puesto que muchas entidades —especialmente Unicaja que heredó la gran red de sucursales de Caja León-Caja España— optan por dar la espalda a los pueblos. El progresivo cierre de oficinas dejaba en una situación de total desamparo al mundo rural. Curiosamente en plena campaña de lo que se supone un esfuerzo de las instituciones para conseguir que la llamada España vaciada no pierda el pulso manteniendo al menos el nivel de vida actual. Pero la realidad está lamentablemente muy alejada de los despachos y de los discursos políticos, y lo cierto es que ese volumen tan elevado de leoneses precisaban una solución real para poder disponer de dinero en efectivo.
El convenio firmado ayer por la Diputación y Correos facilita que desde hoy los 160 carteros rurales de la provincia se convierten en agentes bancarios. Esta innovadora fórmula permitirá que los vecinos de los pueblos realicen sus gestiones sin tener que desplazarse. Podrán incluso obtener efectivo y pagar los impuestos que recauda la institución provincial en nombre de la casi totalidad de municipios.
El debate sobre la exclusión financiera se hizo presente a nivel nacional en los últimos meses junto a otros problemas que agravan esa ausencia de servicios fundamentales, a los que también se ha tenido que dar un impulso, como ocurrió hace años en Castilla y León con las farmacias.
Pero sigue sin idearse un plan nacional eficaz unificado, diseñado con la incorporación de todos los problemas reales de los pueblos. Este fin de semana hay programada una manifestación en Madrid de ese mundo rural. Pretende que se escuche cuál es la realidad que se vive en el día a día.
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