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CCuando, en 1988, Robert A.M. Stern publicó su celebrado libro «Modern Classicism», Fernando de Andrés ya estaba construyendo este edificio (1986-89) en la calle Covadonga, promovido por Covadonga S.A. y cuyas obras dirigía con Luis Roy, José Luis Santos y José Luis Ulibarri como aparejadores. Había concebido el inmueble con estructura de hormigón, dos sótanos para aparcamientos y servicios del inmueble, planta baja con locales y los accesos peatonal y rodado segregados, cinco plantas para quince viviendas —tres por nivel—, y bajo cubierta trasteros, perfectamente conectados por dos ascensores y una escalera abierta al patio de manzana, cuya fachada ideó de ladrillo visto con terrazas protegidas por barandillas y celosías correderas de chapa metálica.

C/ Covadonga, nº 4. OVIDIO PRIETO, 2021

En contraposición y, sin duda para otorgar «complejidad» al edificio, dispuso un frente a la calle simétrico con la típica división tripartita. Basamento con portal en el eje. Cuerpo principal revestido de piedra de Villamayor con elegantes paneles curvos prefabricados de hormigón en los balcones, y carpinterías reticuladas de aluminio en vanos y galerías pareadas de proporción vertical, cuidadosamente dibujadas entre estilizadas «semicolumnas» del mismo material. Arriba un tercer orden de pequeñas ventanas seriadas con un balcón central y otros dos en los extremos cerrados por barandillas de chapa entrelazada y recercada. Y para completar la composición, remató la fachada con un atractivo pretil adornado con cuadrados ciegos y realce curvo en el centro… Todo con el debido respeto al entorno, innegable voluntad de estilo y… ¡Muy posmoderno!… Un espléndido ejercicio de ese «clasicismo» ponderado por Stern.