Piqué picando
Atado al palo mayor de la caseta nacional del Pimpampún, a Piqué le están breando a balonazos y tomatadas en el morro comisionista por el pellizco de 24 millones en sus tejemanejes del fútbol-negocio, insultante cantidad para un país apurado, enmascarado y estafado. Pero también hay que decir que le envidian rabiosamente en secreto, o no, todos los seguidores de la regla « Más vale onza de trato que arroba de trabajo », o sea, media España; la otra media es la que jamás encontrará padrinejo ni para optar a barrendero; y no digamos todo un padrinazo como un Emérito en Emirato al que Piqué, fan de la Catalunya antiborbónica, sugirió contactar para engrasar objetivos de su proyecto con la Federación de Fútbol que tanta comisión legal le ha llevado a la saca, pues legal parece, y algo corta aquí, justificó él casi lamentándolo, porque en eso (y en lo otro) se atiza más... y no parece que el juez vea ahí mayor delito.
Pero el corrillo no sale del asombro: ¿cómo es posible que un futbolista en apogeo y cautivo de disciplina deportiva tenga tiempo y cabeza para montar empresas de lo digital que interesan al mismísimo Zukerberg, más otra empresa que organiza el gran tinglado de la Copa Davis de presupuesto gigante y aún le sobre para otra oficina dedicada al affair negociante como el que ahora escandaliza dejando regueradas de tinta?... Con sus años y nómina la inmensa mayoría de los grandes futbolistas sólo son noticia por dedicar su tiempo libre a despendoles, cochazos, fiestas, tren de lujos o extravagancias... a dilapidar, en fin, y aquí el noi del patadón se marca una insólita actividad empresarial que necesariamente ha de robarle ocupación y caletre, si es que no está ganando al póker, su vicio, o dando el gran braguetazo con una supermillonaria del trino y la melodía. Es un Piqué picando piedra aurífera, así que cree Peláez que, difunta la mascarada bis de la Mesa por León, le convendría a esta tierra contactar con él por si intuye las salidas para esto que no logran ver los expertos o listines mareando topos y golondrinas.