Editorial | El patrimonio y la singularidad
El Gobierno central prepara su Plan Estratégico del Patrimonio Natural y la Biodiversidad a 2030 con el objetivo puesto en alcanzar una gestión eficaz de los recursos naturales, no solamente en aras de la conservación del territorio sino también para estimular su impacto como patrimonio generador de empleo en las zonas pobladas, como es el caso de las Reservas de la Biosfera. Son enclaves que tienen como razón de su existencia la compatibilidad en la preservación de los valores naturales y el desarrollo sostenible pero, a pesar de estar amparados por la Unesco, siempre han estado relegados a la hora de recibir financiación, una discriminación que se ha solucionado de forma puntual como los fondos del Plan de Recuperación. Ahora, la apuesta gubernamental es «conectar» las reservas con espacios protegidos más amplios, esperemos que sin perder su singularidad, tan apegada al respeto por su historia y sus tradiciones.