Editorial | Un campo regado es más estable

El Congreso Nacional de Comunidades de Regantes resaltó ayer la importancia del campo para garantizar los suministros de alimentos, una circunstancia que lamentablemente pasa muchas veces desapercibida pero que ahora se ha puesto de relieve con la crisis derivada de la guerra. Y ahí se situó el acento, de manera especial por parte de la Junta, sobre la relevancia que tiene la apuesta decidida por las fórmulas de producción con regadíos. Son la mejor garantía para que no existan riesgo de pérdida de cosechas, al dar estabilidad al sector. Pero todo avanza demasiado despacio y los procesos de puesta en marcha de infraestructuras, y de modernizaciones precisamente para ahorrar agua, se tramitan a una velocidad que suscita los lógicos enfados por tratarse de un tema fundamental.