El nuevo plan exige un cambio de gestión

Diez millones de euros invertidos desde que la mejor escuela mundial del fútbol, la Academia Aspire, pusiera sus ojos en la Cultural, es para que el club leonés recapacite para variar su política actual que sólo conduce al desánimo de una ciudad y una afición que ya están hartos de aguantar una dinámica que sólo conduce a la depresión del fútbol en León.

Todavía hay tiempo para enderezar el camino, porque Aspire sigue confiando en León y en la Cultural para construir el gran club deportivo con el que soñó cuando apostó por una entidad deportiva con unas infraestructuras deportivas que para sí quisieran muchos equipos de Primera División. El plan sigue intacto y la ilusión de toda la afición es una realidad, siempre y cuando no se repitan los errores recientes de malgastar muchísimo dinero. Demasiado. La gestión para componer plantillas históricas de gasto, que no de resultados deportivos, no hay por donde cogerla. Los desajustes, más que ajustes económicos, traen unas consecuencias que lo está pagando muy caro la Cultural. El maná de Aspire no va a perdurar toda la vida. La Cultural debe aprender de sus muchos errores.