Prostitución

El comercio no es más que el aprovechamiento de la necesidad y la escasez para el enriquecimiento.Primo Levi dice en el libro fundacional de la trilogía del holocausto que la primera relación que surgió entre los presos de Auschwitz fue precisamente la comercial. Todo se vendía, hasta la muerte, hasta los restos de los muertos, en un intercambio económico que convirtió el tráfico en normalidad. Fue el capitalismo llevado hasta el absurdo. el liberalismo escrito en el idioma de la brutalidad. Nunca más nada será igual, aunque siga pasando, aunque hayamos preferido que el Babel de la incomprensión a través de la ceguera nos incapacite para mirar los lugares en los que la catástrofe no deja de ocurrir. Que el comercio humano se debata en el Congreso da fe de que el siglo XX se sigue solapando en este nuevo final de la historia en el que lo único que hacemos es empezar la misma derrota de siempre.

Se discute la posibilidad de prohibir la prostitución en un debate estéril, una discusión en la que las únicas que toman la palabra son las mujeres, como dueñas de su cuerpo, como portadoras de la necesidad a la que otros las obligan. Hay prostitución masculina, también, porque el consumidor de carne humana no tiene sexo, o género, ahora que se nos obliga a aceptar que la biología es una decisión, sino la capacidad del que detenta poder frente a la miseria. La prostitución no es un trabajo, es la imposición del comercio para paliar la necesidad haciendo levas de esclavos.

Hay más encadenados ahora —mujeres y niños víctimas de trata— que durante el Imperio Romano. Celebramos la escasez, la pobreza y la brutalidad en cada celebración —la próxima será en Catar— porque aún no hemos superado el tiempo en el que el hombre se medía por el valor de uso que tiene para los demás. ¿Cómo prohibir la prostitución sin modificar el concepto económico en el que nos movemos? No es posible sin cambiar nuestra relación con la riqueza, sin poner en marcha un nuevo sistema en el que la necesidad ajena no se vea como una oportunidad.