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Arde el voto que mañana se bañará en piscinas de metacrilato en cada colegio electoral andaluz. Si es por ir a votar, se va, pero ya está todo el pescado vendido. Lo crudo se lo lleva un partido llamado Juanma como pudo llamarse Luisma o Joserra con tal de ocultar sus siglas donde aún anida el cuco; no es poco el escozor y el desecho de tienta que se le arrima. Ahí perderá lo suyo un Partido Socialista cuyo candidato tiene cara de hogaza y ningún ángel ni carisma ni credibilidad; y se va a arrear un resbalón que no leerá como el severo correctivo que castiga décadas de voto cautivo, mangoneo y mangancia, ayudándole el sanchismo que le pone brasas en la cabeza y le siega la hierba bajo los pies, candidato que, apellidándose Espadas en esta corrida, sugiere también Descabello o Verduguillo (hablando de caras y sus parecidos, la de su viejo compañero y expresidente Manuel Chaves decía Jaime Campmany que se parecía al escudo del Barsa y nunca se vio imagen tan precisa); y cuando mañana pierda la vieja mayoría psoe de califato blindado, este Boabdil llorará como un hombre lo que no supo ganar como mujer (aquí Susana Díaz y su risa floja). Hay además en esas elecciones una candidata amiga del teatro-pánico en sus recitados sobreactuando de forma tan pueril, que pesca ecos en el electorado elemental que pide caña o soluciones de «esto lo arreglo yo en dos días»; «la Olona es bona si la estaca sona», dice un charnego regresado a la Andalucía de sus padres y que es de Salobreña tanto como ella. Y finalmente hay en esas elecciones un ciudadano Marín con cara de epitafio prologando la defunción de su partido en el corral nacional... y una izquierdina rota perdiendo pelo en la gatera para quedarse compuesta y sin novio o novia o novie, voto consigna e irreductible para Teresa Rodríguez e Inma Nieto , que seguirán perreando teorías en una Andalucía que será mayoritariamente de derechas por primera vez. Y esto sí que es noticia... y cornetín de órdenes. Demasiado voto será mañana banderilla de fuego y rejón de castigo. No es bueno.