Editorial | El reto de mejorar la movilidad en León
La capital de la provincia vivió una profunda transformación hace un cuarto de siglo con la implantación de las peatonalizaciones por su zona monumental. Fue un cambio radical, no exento de polémica, con unos beneficios que hoy están fuera de toda duda. Otras ciudades como Ponferrada, La Bañeza o Astorga también vieron después procesos similares. El paso del tiempo pone ahora sobre la mesa la necesidad de realizar mejoras en León. La movilidad es una complicación que precisa constantes avances. El problema existente en la estación de Renfe, el conflicto siempre presente en el centro por la acumulación de autobuses o la ausencia de aparcamientos disuasorios son retos sobre los que no se prevén novedades. El carril bici mantiene aún deficiencias. Y hace falta repensar la ciudad para unas nuevas formas de movilidad que ya están llegando y en las que Villaquilambre da un paso al frente.