Sin más dilaciones para el agua de Pajares
Las obras de construcción de la Variante de Pajares generaron una auténtica catástrofe ecológica. Un ingente trasvase de agua desde León —donde la cota es más alta— hacia Asturias, a través de los túneles que se abrieron para el paso de los trenes de alta velocidad. El conflicto tiene un origen obvio, por la propia gravedad el líquido elemento tiende a aprovechar la caída por las galerías abiertas cruzando la Cordillera Cantábrica. No se hicieron bien las cosas y ahora toca aplicar la lógica reparación. Y parece fuera de toda duda quién debe pagar la factura sin más dilaciones. Cuando surge un problema hay que asumir responsabilidades. Aplicar medidas de corrección y no dejar que el tiempo pase intentando que se olviden las cosas. En el Estado, y en concreto en el Ministerio de Transportes, conocen el problema del agua de Pajares desde hace mucho tiempo y ya no es razonable seguir sin tomar medidas.