Diario de León

Creado:

Actualizado:

La consigna de Pedro Sánchez es mantener a cualquier precio el apoyo de los socios parlamentarios de la investidura. El último, el exigido por Bildu para apoyar la llamada Ley de Memoria Democrática ampliando la investigación sobre la permanencia del franquismo hasta 1983, durante el primer Gobierno del PSOE presidido por Felipe González. Un período en el que se produjeron las primeras actuaciones de los GAL.

Bajo el gobierno democrático de la UCD primero y con el PSOE después, entre noviembre de 1975 y diciembre de 1983, la banda terrorista ETA asesinó a 387 personas. Ahora, los herederos de las diferentes estructuras políticas impulsadas en su día por la ETA, toman la delantera en un relato que pretende rehacer la memoria de la Transición. Las palabras de Mertxe Aizpurúa, portavoz de Bildu en el Congreso, son reveladoras: «Pondremos en jaque el relato de una Transición ejemplar».

Por conservar el apoyo de Bildu durante lo que quede de legislatura, Pedro Sánchez se aviene a entregar el relato de la Transición a los herederos políticos de la organización que ensangrentó la historia de nuestro país intentando acabar con la democracia. La cosa viene de atrás. Hace años, con Patxi López como el líder de los socialistas vascos ya iniciaron una aproximación a los herederos de Batasuna. Ante aquella alianza, Pilar Ruiz, madre de Joseba Pagazaurtundua, jefe de la policía local de Andoain y militante socialista asesinado por la ETA le dirigió una carta con unas palabras que han resultado premonitorias: «Harás y dirás muchas cosas que nos helaran la sangre». Aquellas palabras que señalaban a López, como líder del PSOE, ahora podrían señalar a Sánchez. Será interesante conocer qué opina de todo esto Felipe González cuando además de la «música» del acuerdo conozca la letra de lo acordado entre su partido y Bildu.

Lo que está a la vista es que Pedro Sánchez pagará cualquier precio con tal de seguir en La Moncloa. Aunque se lleve por delante al PSOE.

tracking