Editorial | Los hogares tiemblan ante un invierno de incertidumbre
Parece una ironía en medio de las temperaturas propias de un verano tórrido advertir sobre la crisis energética que dificultará combatir el frío en invierno. Está a meses vista servido un conflicto mayúsculo al que se enfrentan las comunidades de vecinos; los hábitos de recorte de confort, consecuencia de la menor disponibilidad de energía, tendrán reflejos en problemas de convivencia, porque es fácil prever aumento de morosidad en una situación de inflación y crisis económica. Y, además de rebajar la alegría del termostato, habrá que enfrentarse a la cruda realidad de cortar el suministro a los vecinos que se vean en la terrible situación de no poder pagar la factura. Otra versión de la crisis que hará temblar a las comunidades y a sus gestores.