Editorial | Prueba de valentía para los políticos leoneses
El AVE entre León y Asturias ya acumulaba un retraso descomunal con respecto a las primeras fechas para su puesta en servicio cuando Adif se dio por enterado del atolladero que tenía en el puente de Trobajo. Después de más de dos décadas de obras y más de 4.000 millones de euros de inversión, la línea de alta velocidad relevante para la cohesión de la España periférica está condicionada por la talla de un puente anacrónico. El plan para revocar ese fallo, y recrecer el paso elevado, fue lo que desató el estallido social. Trobajo despertó y la presión por recuperar el plan de soterramiento se ha convertido en un fenómeno inusitado. En medio de la incertidumbre de este pulso por llevar el tren bajo losa, interviene ahora el interés de Asturias por no sufrir ni un retraso más en que el tren de alta velocidad cruce de una vez por todas la cordillera. La intervención de Asturias es una prueba de fuego para los políticos leoneses. Para ver con qué tesón se fajan en defender los intereses de León en medio de este aluvión que pone el soterramiento en el mapa ferroviario español.