Energía limpia

La Junta ha salvado La Recuelga y ha dejado al alcalde de Páramo del Sil con el culo al aire. Hace unos meses escribí un ahorcado sobre el tema y según me cuentan no le sentó nada bien a don Ángel. No me extraña, después de dar tantas explicaciones sobre si tal y cual, que los proyectos y la máxima representación de la empresa...

Bueno, ya encontraremos otro chollo, como los de las voladuras de las térmicas, que ahora que vamos de cabeza a la economía verde, no está mal aprovechar la chatarra para levantar los gigantes a través de los que se evacuará energía ¿limpia? para el resto de España. Al final, la única verdad es que la energía es el ejemplo de que hay ciudadanos que pagan la factura de la luz que el resto padece y unos privilegiados disfrutan.

Se ha quemado todo el noroeste y seguirá haciéndolo en el mes de agosto. Como ocurre cada año, la provincia se limpiará por el fuego purificador. Quién sabe si en esta ocasión las llamas servirán para que entremos de manera más sencilla en la nueva religión del hidrógeno verde.

¿Dónde quedó todo aquello de la captura del CO2? Me imagino que pasa por Payuelos y el agua que los vecinos de Riaño no pueden beber porque se tramita vía derechos de pernada hacia el Carrión. El CO2 era lo que íbamos a capturar para permitir que las minas no se cerraran nunca, un cuento que ha terminado en un palacio solariego que servirá, según dice el director de la Ciuden, para la generación de un discurso histórico sobre la importancia de la actividad minera. ¿Para quién?

Cuando se demuestre que los parques eólicos no son más que una manera de llevarse los fondos europeos, cuando la Cordillera Cantábrica sea un estercolero y las redes por las que filtrar una energía imposible envenenen la montaña, puede que también haya un empresario que reciba bendiciones por ceder al Estado la ruina de lo que una vez pudo ser León.

No sé cómo nos tragamos tanta monserga y no nos damos cuenta de que el territorio es nuestro.