Editorial | Justicia con los celadores
Las primeras oleadas del covid generaron un peligro sin precedentes para las personas que trabajan en la sanidad. Se vieron expuestos a un riesgo cierto puesto que ni siquiera contaban con el material de protección necesario. Poco a poco, las cosas se fueron normalizando e incluso llegaron las decisiones judiciales precisando que los trabajadores deberían haber dispuesto de esos medios de prevención. Pero, en su momento, se vieron excluidos de todo este proceso los celadores. Una decisión de difícil encaje por la realidad que presenta su trabajo, que en muchos casos les lleva a un contacto directo con los pacientes desde el primer momento de su llegada a los centros sanitarios. Ahora se aprueba que no serán discriminados con respecto al resto de trabajadores del sector y cobrarán el 30% de recargo en sus prestaciones, como ya sucede en el caso de la enfermería y los técnicos en cuidados auxiliares.