Tengo chopitos
Ortega y Gasset recorrió a menudo tierras de este sur leonés al presentarse por Valderas en las elecciones a Cortes constituyentes de 1931 por la Agrupación al Servicio de la República , logrando acta de diputado (pronto se desengañó) junto a los leoneses Justino de Azcárate y Suárez Uriarte. Así descubrió y admiró la esbeltez galana del chopo negral que, como lanza acipresada, sombreaba los caminos de esas planicies solaneras. Después escribiría: « Árbol fiel a toda la meseta, árbol leonés y castellano… alto, esbelto, sacudido de hoja, alguno como altísima bandera enrollada. Es el galgo de los árboles ».
Muchos chopos son inmigrantes de lejos: Lombardía, Bélgica, Canadá... y son unos cuantos con sus clones, cuando antes sólo había tres propios: el chopo temblón, el negral y el blanco que llamamos álamo. El negral es mi héroe y el álamo mi poesía. De siempre me robaron la mirada como símbolo vigilante de estos paisajes, ya fueran en parameras, en verdes riberas o praderías de montaña donde se ramoneaban para el ganado haciéndolos aún más esbeltos; y tengo escalados de guaje unos cuantos de alto fuste buscando el gran nido barroso de las pegas que lógicamente apeábamos, lo que cualquier labriego aplaudía por tenerse aquí histórica antipatía a la urraca pegarata. Chopos de lindero con falda de sebe. Chopos de cuneta o de reguero. Y siempre que me preguntan ¿pero por qué sigues en León?, mi respuesta es: por el chopo y el agua, lo más leonés de por aquí. Pero el chopo acuartelado en monocultivo obsesivo se me afea; son geometría, no paisaje, especialmente si arramplan con el viejo soto fluvial aniquilando su vegetación propia cuyo papel biológico y clave se ignora para primar sólo el negocio, así que celebro la medida del ministerio de Transición Ecológica si busca impedir su cultivo en los márgenes fluviales de dominio público. Estos ríos nuestros, tan salvajemente domesticados, exigen un plan serio de renaturalización... ¡ya!... o las futuras generaciones irán a cagar sobre nuestras tumbas por este expolio tan idiota.