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Mi barrio nunca tuvo un equipo de fútbol que colmara algún orgullo en categorías de respeto. El que había, voluntarista como pocos y segundón por norma. El San Esteban era lo que era. Pero el barrio tenía dos figuras del balompié o «deporte del patadón», que decía Crémer. Uno era José Vallejo Rodríguez, que de la Cultural saltó al Atleti de Madrid donde jugó dos años y salía en los cromos de nuestros álbumes de los 50, cuánto fardábamos. Pero jugando lejos (después en el Avilés, el Ferrol, el Pontevedra y el Celta) nunca le veíamos por el barrio hasta que en 1971 volvió para entrenar a la Cultural dos temporadas. Pero nuestro orgullo mantenido por décadas fue siempre, hasta que hace unos días nos dejó, Félix Llamazares, referente fijo de la Sociedad Cultural y Deportiva Leonesa, la Cultu. Nos fue estampa familiar en todo el barrio, un hombre al que siempre vimos afanado, afable, brioso y contagiando brío. Yo le miraba asombrado de su cercanía risueña y orgulloso de su importancia clave en los honores futbolísticos que le hayan podido caber a esta ciudad. Como miembro de la mítica delantera que logró ascendernos a Segunda en el 75, Félix sabía bregar como nadie en el campo porque pasó buenos años bregando en la «Panadería Llamazares» que su padre abrió en el corazón del barrio, ese Reino de las Cuestas hasta los cuestos de Cantamilanos y altos de La Nevera, cuartel al lado. Creo que esas cuestas y esos afanes le hacían innecesario más gimnasio o entrenamiento; el pan lo repartía él. Y como era el único pan que se vendía en la tienda de mi familia, Félix fue nuestro alegre paisaje diario y su cercanía un privilegio. Verle en el horno se me hacía oficio mágico... ¡y qué olor aquel que no se me borra! Ya después abrió su primera tienda de deportes en el 18 de Julio, a la vista de nuestra casa, con lo que su cercanía siguió haciéndose familiar. Transmitía siempre confianza. Era muy-muy buena gente, de verdad; y de ley. Su ausencia dolerá. Pero la memoria le traerá a menudo. Félix me será siempre la gloria deportiva del barrio. Y una honra su trato.