Acabar con Trobajo

Cuando escribía la información de San Andrés del Rabanedo, en el año que gobernaba Miguel Martínez, el alcalde de León, Mario Amilivia, hizo amago de poner en marcha la fusión de municipios, ese gran área metropolitana de la que se lleva tanto tiempo hablando y que no termina de cuajar. Puede que el regidor de una gran ciudad hubiera negociado con Adif de otra manera, a lo grande, lo mismo que hacen las comunidades al comprar medicinas, y el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias habría tenido más en cuenta la reivindicación de una ciudad de más de 200.000 habitantes —y eso que allá por los años aquellos ya estábamos en fase menguante—.

Y entonces Camino Cabañas dice que está dispuesta a dimitir si alguien consigue arrancar al ente de las vías del tren un acuerdo mejor que el que ella ya rechazó hace años. Y así, entre amenazas de dimisión, llegará el mes de mayo y los vecinos de Trobajo seguirán con la pancarta en la mano, y los que viven en el edificio que hay junto al puente de Michaisa — por cierto ¿quién consintió que ese inmueble se levantara en medio de una carretera?— oirán cada segundo los coches pasar y rezarán para que ninguno se meta en su dormitorio mientras ¿duermen?

Hace un mes me llamó el integrante de una de esas plataformas que ahora empiezan a surgir para hacer el caldo gordo a los partidos tradicionales y perjudicar a la UPL y me explicó sus buenas intenciones con la autonomía de León. A ver, que si queréis ayudar, podéis unios cada tarde a los vecinos del tercer municipio de la provincia para reivindicar que León tenga los mismos derechos que todas las ciudades en las que se entierra el tren y no la vida de los ciudadanos.

Antes, por lo menos, teníamos a Ábalos, que era una presencia muy evidente sobre la que apuntar las críticas, pero ahora... es que la languidez provoca cierto reparo... no es bonito criticar... ¿quién dijo eso de que a los ángeles no se les cuestiona? Y así hemos llegado hasta aquí, callados, silenciosos, invisibles y con chulerías como dimitir por encima de nuestras posibilidades.