Editorial | Tudanca abre la caja negra con León

Hay políticos a los que no les importa si sus propuestas son asimétricas o incluyentes o si el intercambio de ingeniosidades por votos les servirá de algo en unos meses, cuando se celebren las elecciones municipales. Ninguna reflexión, por superficial que sea, explica la salida de Luis Tudanca, líder de los socialistas de Castilla y León, cuando ayer reivindicó una Facultad de Medicina para Burgos. El planteamiento no tiene precedentes en la hemeroteca, no hay referencias hasta ahora de la petición de Tudanca, que, como no podía ser de otro modo, deja en ridículo a su partido, el PSOE, que ha secundado desde hace semanas la enérgica reivindicación de la Universidad y del Colegio de Médicos para establecer el Grado de Medicina en León. También es un desaire a la unanimidad exhibida, casualmente también ayer, por todo el arco político del Ayuntamiento de León. Tudanca ha abierto la caja negra con esta provincia. Porque el descrédito se paga.

Los embalses leoneses de la cuenca del Duero han cerrado uno de los peores años hidrológicos de las tres últimas décadas, lo que deja en evidencia que no hay margen para el cumplimiento del Convenio de Albufeira con Portugual sin perjudicar seriamente las necesidades hídricas de la provincia. El escenario que se abre a partir de hoy, con el nuevo año hidrológico, es impredecible, con el pantano de Barrios de Luna en índices mínimos tras una exigente campaña de riego que ha obligado a agotar prácticamente las asignaciones a las comunidades de regantes. El ahorro afortunadamente ha sido posible en el sistema Esla-Porma y se ha preservado gracias al empeño de los regantes, primero, contabilizando hasta la última gota de agua que les correspondía y, luego, movilizándose para evitar el ‘éxodo’ hídrico hacia el país luso. Habrá que estar vigilantes de las novedades que salgan del Miteco.