Editorial | El valor de la apuesta privada
La recuperación del palacete de Alcázar de Toledo es una buena noticia para León. No sólo porque contribuye a rescatar del abandono y la ruina una joya arquitectónica testigo de una época que ya no existe, sino porque ejemplifica el valor de la apuesta privada como motor de desarrollo de la ciudad. El proyecto, encabezado por el prestigioso neurocirujano leonés José Manuel Valle Folgueral, contribuirá a asentar una clínica que nace con la vocación de convertirse en referente nacional para el tratamiento de patologías de la columna vertebral. Podría haberla ubicado en Madrid o en Valladolid, donde tuvo ofertas, pero se promoverá en su tierra. Aquí se fijará el foco para estos pacientes, como sucede en Oviedo con los oftalmólogos de la familia Vega, y se creará empleo cualificado. Es un negocio, no cabe duda, pero que puede ser muy rentable no sólo para sus promotores sino para la capital leonesa.