Viejos que matan
Qué pena tan enorme, qué furia tan desatada, cuánto odio y mala entraña!... ¿Qué tormenta de ruidos no habrá en un cerebro de edad cansada para que en una residencia de mayores un viejo se enzarce a leñazo letal mandando a otro al frigorífico de la morgue?... En una residencia de Barcelona hubo tragedia este lunes; un anciano de 89 años mató a otro de 78 con un bote de espuma de afeitar; ¡¿un bote?!... Pensemos en el ímprobo esfuerzo que supone matar con ese arma que, en este caso, sería más blanca que ninguna si acabó vomitando espuma. Y dos semanas antes, el 13 de septiembre, no lejos de aquí, en la asturiana Langreo, un anciano de 90 años despachó a su compañero de habitación en el hospital Valle del Nalón porque hacía ruido y no le dejaba dormir; el presunto asesino le golpeó con ese triángulo de ayudar a incorporarse en las camas hospitalarias, ahogándole después con la sábana y atrincherándose en la habitación donde fue detenido por los guardias y trasladado al juez y a prisión. Teniendo esa senil edad estos dos abueletes encabronaos, hay que ver la sañuda energía física que exhibieron. ¿Quién dijo que la sangre vieja no puede incendiarse como la más joven?... y aquí, además, con inusitada furia... y también con su impunidad: ¡pa lo que me queda en el convento!... Hay cosas irremediables en esta vida: el que nace cabrón con pintas, cabrón sin despintar llega a la tumba. Vejez rabiada, amargada vejez, vejez canalla que receta solución final al odioso compañero (y después de mí, el diluvio). Cuando una persona ya no es dueña de su tiempo y espacio estando obligada a convivir en la comunidad residencial donde le hayan aparcado, la irritabilidad y la inquina son a menudo desayuno porque deprime y enerva el paisaje humano de estos lugares donde la decrepitud vocea y se ve demasiado cerca la muerte recorriendo cada día sus pasillos. Una vida así, lejos de familia y tantas veces de todo querer, no es vida y cualquiera se desquicia. Pero... ¿cuánta otra violencia bronca o sutil y cuánto perrearse no habrá ahí sin llegar a ser noticia?...