Si León existiera como Teruel
Pero si ya no queremos ni Torneros, ni fiscalidad especial, ni que nos tengan en cuenta en los Presupuestos Generales del Estado, ni que la Junta abra los consultorios médicos que cerró y trancó por dentro para que los pueblerinos nos fuéramos a vivir a la impostada capital de Castilla —que ya saben que es Burgos— ni que pongan la siempre prometida y nunca ‘regalada’ radioterapia del Bierzo, ni que soterren la vía férrea en Trobajo del Camino, tampoco que accedan a poner en marcha la facultad de Medicina, ahora que desde CyL traen médicos extracomunitarios sin aprobar el MIR ni nada parecido, ni que el Emperador vuelva a abrirse en los próximos cien años o que se tomen en serio las terribles condiciones en las que obligamos a vivir a la población vaciada de servicios y derechos de las zonas rurales.
Ya no pedimos nada de eso, de verdad, que nos da igual si ahora un político desde el Senado trata de recomponer el rompecabezas que ideó cuando comenzaba a hablarse de la fachada atlántica y dónde debía estar el cruce de caminos que llevara a León hacia alguna posibilidad de sobrevivir, o si otro asegura que mantendrá la Mesa para León para que todos se retraten, en un ejercicio de cinismo —que no es lo mismo que hipocresía— político que hacía unos cinco minutos que no practicaba.
No, ni siquiera queremos ya que se cumpla la ley, que no se pongan a trocear los parques eólicos para que puedan colar con la ley hecha ad hoc para los de siempre ni que los ancianos que viven en el ‘finisterre’ de la comunidad puedan tener un cajero a una distancia aparente de su domicilio, que no, que ya no queremos nada más que nos dejen morir en paz, como a Diógenes, que nos dejen nuestro trozo de sol, un poco del calor que tan generosamente regalamos durante un siglo para que este invierno no nos asfixiemos con el frío. Una cosa para terminar: Teruel sí estará en el plan para incentivar el crecimiento social. Puede que sea porque tienen un diputado o puede que se deba a los del PP y el PSOE.