De uniforme

Antes se decía trajes regionales y hoy indumentaria tradicional. La Sección Femenina, en el franquismo, meneó mucho esto (a menudo con atrevimiento y poco rigor), igual que la cocina hoy llamada gastronomía (su recetario, sin embargo, es un inventario básico de cocina popular española), pero en los trajes regionales y sus Coros y Danzas era donde mejor lucían seña identitaria con clases y tallleres de corte, confección y bordado para entretener a la mujer en casa dando pedal a una Singer o Alfa y cultivando el pintoresco orgullo de lo regional, comarcal o aldeano, pero sin pasarse, que de ahí al nacionalismo sólo hay un saltito y eso Franco lo traía muy a raya porque su idea del saber popular era meterlo todo en una entelequia nacional, o sea: la rica diversidad al servicio de la unidad patria... y de ahí al uniforme, otro saltito.

Esto nos asaltó viendo un tutorial del ILC (Diputación) sobre indumentaria tradicional, reducida ahí a un solo traje, pese a la compleja diversidad que dio esta tierra. Es como decir «este es el canon, el modelo tradicional que debe vestirse para lucir ancestro leonés diferenciador , que por ahí van los tiros y la moraleja de esta «lección» que comienza con patada a la etnología básica: La indumentaria tradicional es la que se utilizaba hasta principios del siglo XX, aunque se siguió utilizando posteriormente por necesidad o por mantenimiento de la identidad . ¿Quiere decir que acaso se vestía así en el XIX, XVIII o XVII?... ¿y lo hacían los leoneses en general o sólo el pudiente o presumido que pudiera pagárselo?, ¿de qué vestires nos hablan?, ¿de los de unos pocos?, porque aquí y en España la gente vestía de austero o pobre mayormente con variopintos gustos y mucha mixtura con percal, estameña, faldumento y poco paño... En fin, del folklore al folclorismo hay también sólo un saltito. Y mucha osadía. Pero lo que más asombra de ese tutorial categórico es que ese traje masculino tan leonés y con ritual de uniforme ha de cubrirlo necesariamente una capa... ¡castellana! ... ¡susórdenes, tutora!... (¿habrán reconstituido alguna Femenina Sección?).