En el centro del corazón
Se titula En los márgenes y atraviesa el centro del corazón. Como esas notas al margen que desatan el nudo de una historia, el fin de una vida o los detalles de un acontecimiento. La película que el actor Juan Diego Botto y la periodista leonesa Olga Rodríguez han escrito a cuatro manos es pura realidad. La vida descarnada que queda fuera de las agendas mediáticas y de las notas de prensa. Las zozobras y las angustias de cientos de miles de personas que han sido y son expulsadas de sus hogares (400.000 desahucios en 10 años), personas y realidades que quedan en los márgenes de la política y la actualidad, son colocadas en el centro en esta ópera prima de Botto, que cuenta con el apoyo de una gran amiga y una actriz que brilla en medio del drama, Penélope Cruz.
Fui el lunes pasado a ver la película en los cines Van Gogh de León. Es importante decirlo porque ese día, En los márgenes , fue la tercera película más vista en España y porque las salas de cine están siendo desahuciadas por la industria audiovisual del consumo rápido y a la carta. Sin posibilidad de encontrarse o de sentir el suspiro o la risa colectiva. En los márgenes se habla de colectividad, sin panfletos ni discursos grandilocuentes, con las palabras y las emociones de la gente porque se habla de seres que, en la cuerda floja del abismo sienten el apoyo de otros seres humanos y tejen la resistencia para no rendirse, para seguir adelante con la dignidad de quien lucha hasta el final. El guión aborda las relaciones humanas y de pareja, de padres que enseñan a hijos e hijos que enseñan a padres, de mujeres fuertes que toman las riendas de su vida, y la de sus familias, en las circunstancias más difíciles. Deja en evidencia unos servicios sociales desbordados y deshumanizados, al más puro estilo Ken Loach. Y no faltan momentos de humor. Pero no encontrarán un estereotipo en los personajes. Son consistentes y creíbles. Se nota la cercanía que el tándem de guionistas ha tenido con los barrios, las gentes afectadas por los desahucios y las asambleas de la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca).
Los desahucios son una realidad que atropella cada día a cien familias en España. Las tragedias que se viven en los márgenes adquieren existencia a través de una película en una sociedad que prefiere mirar para otro lado. En los márgenes es un aldabonazo a la conciencia social y política. Pone luz sobre ese cuarto oscuro de la sociedad al que relegamos a los perdedores de un sistema por el que cada día caen más personas al precipicio. Y, sí, algunas se tiran. Exhaustas. La película no renuncia a la esperanza y enfoca al tejido social y comunitario imprescindible en un mundo en quiebra donde quienes tienen el poder no tienen reparos en exigir rebajas fiscales para los ricos. Es triste que nos llamen la atención con una lata de tomate sobre Los girasoles de Van Gogh mientras miramos para otro lado.