Editorial | Una reforma necesaria
Después de un año de parón, el Hospital de León ha decidido reiniciar por su cuenta y con recursos propios la reforma del Servicio de Urgencias, una obra necesaria para optimizar la atención de los más de 140.000 pacientes que cada año pasan por las instalaciones. La adecuación de este servicio del Caule es una demanda de años y es poco comprensible que una obra de este calibre, la de mayor envergadura que afronta el complejo en los últimos veinte años, haya sufrido una demora semejante para concatenar la primera y la segunda fase. El Hospital ha demostrado que es capaz, tras afrontar una pandemia sin precedentes, de adaptarse a circunstancias excepcionales por lo que el covid no puede servir de excusa para dilatar la reforma más de un año. Es de agradecer que la nueva dirección asuma el remate obligado de la modernización de la estructura que irá en beneficio directo de los enfermos.