Afgano-leoneses
Ya hay cartel electoral para llamar al voto en León las próximas elecciones; cuando sean, las que sean. A la imprenta va el retrato de la soberbia, con el señor alcalde metropolitano de la autonomía que creó la metrópoli, el señor presidente de la autonomía y una señora de cara menos conocida, cuando, en plan Trump, se jactan del memorándum que resume los cuarenta años estos del Estado asimétrico y asocial que patrocina la Unión Europea. No quita que en dos o tres meses la tribu de los señores del agua comience a redactar la inundación de otro valle en León para abrevar en siliconavalladolid la sed la planta de baterías que salvan al planeta del CO2 y los coches petroleros que no tienen etiqueta de los votantes guais y ecosostenibles. Los fachas verán. Salta a la vista el éxito de la estrategia de hacer de León colonia y de Ponferrada, protectorado. Por eso le meten prisa al gobierno para que se deje las muelas en la A-60 más allá de Santas Martas (al sur de Mansilla, todo es Castilla) y silban cuando se trata de aflojar la soga en el peaje a Astorga. Cómo estará el tema para que los mismos promotores vengan a poner el pie en la puerta para pisotear la flor de Villadangos, que ni por asomo se esperaban. Cierra, que se escapa el gatín de la centralidad que nos centrifuga el cerebro con el pensamiento único que seca la ropa empapada de hastío en estos cuarenta años de destierro en tierra propia. Con las últimas revisiones y registros del Instituto Nacional de Estadística (cien mil leoneses menos a la hora del próximo retraso horario invernal) se explica cómo la despoblación de León desde el año 80 a esta parte del metaverso es culpa de Franco, según teoriza Cendón, comandante en jefe de las tropas socialistas leonesas, que ya empieza a pedir cabezas de la resistencia para atenuar el miedo. Se habla poco del momento un, dos, tres, responda otra vez que se coló en los gráficos de las inversiones previstas para corregir el rumbo al precipicio: 30.000 funcionarios, a una subida del dos y medio, y el apartamento en la Manga. Qué habrán visto los sabios demoscópicos en las balsas del desencanto de los leoneses para haber presentado unas cuentas que son batida en retirada. Lo del PSOE en León tiene una pinta bárbara a la salida de los soviéticos de Afganistán.