Editorial | Grave degradación en los colegios de León

Los colegios públicos de la ciudad de León acumulan un catálogo notable de deficiencias graves. La falta de mantenimiento durante demasiado tiempo ha llevado a una situación de caos que se ha puesto de manifiesto con la llegada de los primeros fríos y de la lluvia. Goteras y temperaturas inaceptables impiden que se puedan dar con normalidad las clases. La indignación en las familias y en los profesores es notable. Culpan al Ayuntamiento de León —como responsable del mantenimiento— y a la Consejería de Educación —que no cumple tampoco en acciones de su incumbencia, como la disponibilidad de todo el personal necesario—. Lo cierto es que resulta curioso que entre tantos pronunciamientos en favor de la importancia de lo público y otorgando supuesta prioridad a asuntos como la Educación o la Sanidad, al final la cruda realidad hace aflorar la vergüenza sobre la mala acción de las instituciones.