Un bote de remos
Como en el libro El hombre que confundió a su mujer con un sombrero , en el que Oliver Sacks describe el caso clínico de un paciente con un problema neurológico que le lleva a situaciones cómicas como la que describe el título, el Gobierno exhibió esta semana el proyecto de un polígono industrial común convencido de que se corresponde con la plataforma intermodal de Torneros. ¿Perdone? En el power point con colorines, presentado en el hotelín con encanto de San Marcos, otra de las actuaciones que difiere de lo que se vendió en su origen, se avista la misma imagen aérea que se publicitó en 2005, aunque sin el núcleo básico que confería al plan su carácter diferencial. En el juego de las siete diferencias al que someten los socialistas la iniciativa no aparece el polígono ferroviario, unido al área logística, que se pensó para asentar a León como nodo del transporte de mercancías en el noroeste peninsular. No figura, ni aparecerá de repente, por más ejercicios de fe que proponga el PSOE para enmendar los bocetos de 2005, en los que alumbraba la unificación en un mismo espacio de los talleres de material motor y remolcado, junto a las unidades de clasificación y contenedores, con un millón y medio de metros cuadrados de suelo anejos para la instalación de empresas. Todo dentro de un entorno en el que simultanear las oportunidades de las vías del tren y el nudo de carreteras de gran capacidad que siguen las calzadas que dibujaron los romanos para asomarnos a los puertos marítimos, antes de que la Junta, con el beneplácito de los dos grandes partidos, desplazaran el centro de gravedad para centralizar en Valladolid las infraestructuras de desarrollo.
El vaciamiento premeditado de la plataforma intermodal cierra una traición urdida durante 18 años. En este tiempo, para obstaculizar que saliera adelante, se han sucedido las trabas, los boicots y las pamplinas, como las protagonizadas por el consejero de Fomento de la Junta, Juan Carlos Suárez Quiñones, quien con el PP en el poder nacional y autonómico se amparaba en la necesidad de estudios de viabilidad para retrasarlo y ahora se extraña de que no haya polígono ferroviario. Torneros se planeó como la gran oportunidad de León para revertir su declive económico y demográfico. Esto que vende el PSOE es otra cosa. Quieren que confundamos un transatlántico con un bote de remos.