Apaga y vete

Qué revuelo, cuánto alboroto digital, cuánto augurio y alarma echada a rodar por las colinas de la opinión loca y de las tertulias con sabelotodo. Y todo porque Twitter ya es, como decía Celaya de la poesía,  un arma cargada de futuro ... de futuro incierto, muy incierto, al tener ahora un solo dueño y timonel, Elon Musk (diga  Ilon Masc  el pijinglish). Nada más pisar su territorio conquistado con una burrada infame de dinero, va el tío y despide a los listos de la altura ejecutiva y anteayer fulminó a todo su consejo de administración proclamando que él solito será capaz de suplir tanto gentío y gobernar con sólo sus manos (y con el pijo, dos cojones pendulares y mucha altanería mussolina) esa nave que ya ha empezado a acorazar y artillar variando personalmente los rumbos al iniciar su singladura por los océanos del poder y la mentira, por los mares de la media verdad y la confusión o remontando los ríos de tinta y letra que bajan desbordados en todos los continentes para así penetrar en el corazón de sus tierras donde el hombre (y la mujer) hacen trampas y negocios, sacan petróleo de donde no lo había, dictan modas, ordeñan la pobreza o montan guerras por un quítame allá esa frontera o por un ¡nos roban con fraude electoral! que diría un trumpista Bolsonaro gritando después ¡a mí el ejército brasileño y la legión de idiotas furiosos!, ¿quién dijo miedo habiendo pistolas?...

¿Podría un solo amo del arma tuitera acabar como un Putin iluminati y bombardero?, ¿o como un dictador salvador?, ¿quizá el loco aupado al parecer un genio?... porque en estos tiempos de tribulación florece el mandón visionario que necesita masa ciega pidiéndole pan y palo. Y ahí va Elon cegando, el amo de la corneta mágica que toca a rancho o zafarrancho, aunque usará más el pífano del flautista de Hamelín para llevarse a los niños a la riada feliz del cuento o a un Halloween coreano. ¿Y qué?, dijo Sócrates a Peláez, ¿es novedad que alguien quiera manipularte?, ¿es que te resulta tan difícil lo de «apaga y vete»?, apaga Twitter y vete a lo tuyo... ¿te engañará ahí el Elon o el Musk?...