Diario de León

Creado:

Actualizado:

No sé si existe algún estudio científico que ayude a fijar la edad con la que el ser humano empieza a mirar más al retrovisor que al presente. Quizá sea algo variable, pero lo cierto es que parece un mal contagioso a todo tipo de personas y de episodios, el entonar lo de «cualquier tiempo pasado fue mejor».

Estos días, a cuenta de la victoria del PSOE de 1982, hemos retornado a los mensajes que intentan mitificar a los políticos de otras generaciones. Cabe aceptar que ahora hay mucho profesional, oportunista y algún que otro desgarramantas. Pero ni entonces era todo oro lo que relucía ni ahora cabe hacer tabla rasa sobre la presunta mediocridad y falta de preparación o ética.

En política, como en la creación artística en sus más variadas expresiones, o incluso en la vida social, cada momento es consecuencia de su contexto. Lo de mitificar es fácil y más cuando se peinan o se tiñen canas. Pero sobran ejemplos, incluso desde la época de los griegos, con textos diciendo lo de que ‘nunca se volverán a vivir unas épocas tan buenas como las que yo conocí’...

Parece osado defender que en la Transición, y en los años anteriores, era mejor la clase política (pienso que es aceptable esta expresión ya que sí existe un establishment permeable en el que se entra y normalmente se sale expulsado). O eso de que sólo se hizo buena música en una década concreta. Y que todos los productos culturales de ciertas etapas son los únicos cargados de talento. No se trata de relativizar. Es cuestión de justicia. Y más hacia la juventud actual, que es ciertamente la mejor preparada de la historia, pero a la que quizá se le cierran las puertas por temor, atándola con esos sambenitos aplicados literalmente desde hace siglos a los que vienen empujando. El mal de usar las generalizaciones es quizá el arma más usada cuando se avecina una oleada que amenaza nuestro estatus.

El panorama europeo ofrece una foto fija en estos momentos sobre esa política marcada por lo efímero. La sucesión de líderes impide dar pasos en el aprendizaje y la consolidación. En cuanto se genera el mínimo desajuste, se deja caer a quién sea. Aquí puede dar la sensación de que llevamos mucho tiempo sin cambios. Pero en realidad no lo es tanto. Aquellos alcaldes o presidentes, como Felipe González, con década y media en La Moncloa, sí que son de otro siglo...

tracking