Donde aún mana
Quedan aún manaderos que no agotó la muerte ni la losa de los siglos, fuentes de las que brotan todavía en insólito borbotón « palabras para pensar y pensamientos para vivir », como así subtitula Santiago Trancón su último libro, « Sabiduría de los clásicos », seleccionando y comentando reflexiones de dos gigantes literarios y pensadores de nuestras letras clásicas, Baltasar Gracián y Quevedo, tan actuales en tanta cosa y juicio certero. « El primer paso del saber es saberse» , porque quien no tiene capacidad para conocerse, menos tendrá valor para enmendarse ... y ahí va Trancón eligiendo textos, máximas o aforismos de Gracián, primero, y comentándolos para mejor entenderlos o acercarlos a este tiempo de frasecitas, dogmas lapidarios y latiguillos: « Son tontos todos los que lo parecen y la mitad de los que no lo parecen », lo mismo que « ninguno hay que no pueda ser maestro de otro en algo ».
Advierte el autor que no trata este libro de hacer un estudio académico ni valoración de estos autores, logrando así un amenísimo paseo por ideas que hoy siguen siendo provechosas. Y entra de seguido a un hondo Quevedo lejos de sus tópicos jocosos o satíricos: « Pierde a los hombres el querer ser diferentes de sí mismos ». .. o « perder la libertad es de bestias, dejar que nos la quiten, de cobardes ». Especialmente reveladores son los textos que Trancón trae de Quevedo sobre los levantiscos catalanes y su desatino, « ni es por el güevo, ni es por el fuero ». O sobre la muerte, algo que le obsesionó escribiendo preso en San Marcos de esta ciudad: « Retirado en la paz de los desiertos, con pocos pero doctos libros juntos, vivo en conversación con los difuntos y escucho con mis ojos a los muertos ». Y con alguna obra poética quevediana concluye este iluminador recorrido que nos dejará pensando para seguir viviendo, logrando así el autor resucitar tanto de lo que no debe morir porque no está muerto. Ahí va toda una lección. Así que, si pasado un tiempo me cruzo contigo, tendrás que decirme qué te pareció esta « Sabiduría de los clásicos », qué te enseñó, porque tendrás que leerlo.