Editorial | Esperando que despegue el aeropuerto

En junio de 1999 se inauguró el Aeropuerto de León para su uso civil. Desde entonces ha recibido importantes inversiones —quizá incluso cuestionables por los escasos vuelos que registra—, entre otras cosas, para fomentar la llegada de operaciones. Pero lo cierto es que sigue siendo algo así como una asignatura pendiente que no despega. De manera periódica ha conseguido incrementar su actividad —como cuando hubo una aerolínea local— o ha protagonizado proyectos que no han terminado de fraguar, como la aspiración de que tenga uso como aeródromo de mercancías. Ahora, ha llegado la posibilidad de aprovechar el importante tirón del Camino de Santiago. Desde Aena no se ve mal la iniciativa. Quizá así consiga levantar el vuelo y mejorar sus posibilidades. Resulta llamativo que, con el escaso volumen que registra a diario, tengan que desviarse aviones a otros lugares por déficit de infraestructuras.