Valsemana, ese paso a la libertad
Buenas noticias para la recuperación del oso pardo, que si sigue expandiéndose como lo hace y haciéndose fuerte en la Cordillera Cantábrica, pronto celebraremos que deje estar en peligro de extinción.
Mientras eso ocurre, el foco sigue puesto en esta especie que después de décadas de trabajo y esfuerzo ha logrado revertir su declive poblacional. Uno de esos logros es Martín, el osezno que fue rescatado el pasado mes de mayo en un camino de la localidad berciana de Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, perteneciente al municipio de Igüeña. Deshidratado y casi ciego, fue tratado en el Centro de Recuperación de Especies Silvestres (CRAS) de Valladolid, donde poco a poco recupero su vitalidad, hasta que finalmente consiguió caminar, correr y trepar, pasando de los 3,8 kilogramos a los 8,95. El paso intermedio entre su curación y su libertad se fraguó en Valsemana, la finca que la Junta tienen en el municipio leonés de La Ercina, y donde confluyen un montón de proyectos medio ambientales, entre los que destaca el centro de cría de urogallos. En este emblemático lugar Martín ha tenido su primer contacto con la naturaleza desde su alta médica. En una situación de semilibertad, y sin ningún tipo de contacto humano, este osezno ha recuperado su movilidad y su capacidad para sobrevivir por sus medios en este complejo, por el que ya pasaron en 2019 Endriga y Saba, otras dos oseznas rescatadas y recuperadas por la administración.
De ellas no tenemos noticias, lo que es una buena señal. Sí sabemos que Saba se ha adaptado a la perfección en Picos de Europa, donde se la buscó después de un crudo temporal, para ver sí había sobrevivido.
Esperemos que Martín corra la misma suerte y se convierta en un fuerte y sano ejemplar más para el que su paso por las manos veterinarias que le salvaron la vida sean para él como un mal sueño que le llevó a Valladolid.
También esperemos que cuanto antes se construya en Valsemana el centro de recuperación de especies que desde años lleva reivindicando León, y que parece que ya tiene el impulso definitivo de la Junta ayudado por los fondos para la recuperación, para que nuestros pequeños grandes amigos se curen en casa.