Ahí va el cónsul
Algo huele a podrido entre cónsules honorarios que tienen en nuestro país sede y vía legal. Tres docenas de ellos están siendo investigados o imputados por conductas delictivas al amparo de ciertas impunidades diplomáticas, porque un consulado honorario es como una embajada chiquita, pero matona a veces, blanqueadero, tráficos, negocios, coladero... Además, para ser cónsul honorario no se requiere carrera diplomática y lo es cualquiera, así que imagina uno qué cónsules elegirán aquí los países influyentes y, aún más, las naciones míseras o miserables; y qué españoles, distinguidos o no, les están haciendo el favor. Valga un ejemplo: Jesús Gil perseguía a toda costa ser cónsul honorario del país que fuera y en lo mismo se obcecó el hijo listín de Jordi Pujol, el de los bolsones de dinero negro que se hacía blanca nieve andorrana. Y es que un pisito consular da mucho juego y apaño.
La respetada imagen del cónsul tiene hoy manchones, demasiados, pero ¿y cuándo no los tuvo?; antes, más. Nada nuevo. Y aquí va y viene el cónsul con valija inviolable como quien dice ahí va el capo o el engrasador. Me fastidia que se abolle la bella palabra cónsul, dignidad que antes era muy distinta del embajadorcillo de hoy. Y aquí vengo a confesar la fantasía algo idiota que tuve en días de bachiller: ser cónsul y llamarme Numa Pompilio . En la antigua Roma cónsul era lo más después del emperador y gobernaba una provincia que podía ser como las Galias enteras o media España (y sólo un año en el cargo limitando así la corrupción, listos romanos). Procónsul en Astúrica Augusta, por ejemplo, fue el padre de Poncio Pilatos y algún historiador sostiene que su hijo, el prefecto de Judea al que pintamos con palangana desentendiéndose de mandar a Jesús a la cruz, pudo nacer perfectamente en Astorga, algo que aquí no se sabe explotar turísticamente teniendo más tirón que griales o cunas parlamentadas. Prueben a poner bien grande en vallas, guías y redes « Astorga, cuna de Pilatos » y se verán efectos inmediatos que dejarán pasmaos a muchos.