Editorial | Un límite que abre suspicacias
El polémico límite de 100 kilómetros de distancia respecto a un aeropuerto internacional para las ciudades que aspiran a la Agencia Espacial Española llegó ayer al Pleno de las Cortes autonómicas. El asunto puede ser fundamental, ya que supone para muchas ciudades una barrera, precisamente entre las que proceden de la España Vaciada, la que debería ser el objetivo prioritario en la descentralización de este tipo de organismos públicos. En Teruel ya defendieron que gracias a su pequeño aeropuerto local tenían la posibilidad de comunicarse en apenas 20 minutos a través de vuelos chárter con otros de mayor capacidad. Pero el pronunciamiento de ayer de Alfonso Fernández Mañueco abre dudas sobre cuáles son las verdaderas intenciones del Gobierno central. Ese límite puede ser decisivo y quizá acabe por perjudicar o beneficiar a las candidaturas. De momento, sería bueno aclarar el asunto.