Lo que engrasa

Es puro falsete que la corrupción sea el segundo problema que más preocupa al español según pontifican las encuestas ahora que vuelven al estrado mondongos baleares, portuarios o púnicos. Sócrates dice que es sólo picorcillo, prurito... y que se volverá a votar a corruptos, cada cual a los suyos. Y si hoy el español dice que la corrupción es lo segundo más grave, no es porque vea más quorum en banquillos de juzgados que en salones de plenos; ni es por repugnancia moral o por la decepcionante evidencia que dinamita la fe en las instituciones. En realidad, lo único que le sulfura es el bulto y la chulería, no la  filosofía de la sustancia  que nos es tan antigua, querida y lucrativa. Lo que realmente le cabrea es el tamaño del botín, envidiando secretamente los repugnantes lujos que se daría si fuera suyo y la golfa impunidad que blinda al manguta y cohechero, esa arrogancia que luce y esos gustos suyos tan garrulos.  El gusto por la corrupción es nuestro, tanto gusto ... y nadie dejará de saludarla si permite enchufar pariente o amigo, robar al simple o estafar al común, no os engañéis, resumió Sócrates.

Peláez sacó su ipad de cañones recortados buscando citas y disparó dos... Noel Clarasó: « Un hombre de estado es el que pasa la mitad de su vida haciendo leyes, y la otra mitad ayudando a sus amigos a no cumplirlas »... inapelable... ¿y qué negocio no suscribe hoy la doctrina del americano Murray Rothbard?: « En numerosos países no funciona el motor de los negocios sin el lubricante de los cohechos. En este sentido, deberían evitarse las acciones paralizadoras y las reglamentaciones y exacciones destructivas. Un «gobierno corrupto» no es necesariamente un mal asunto. Comparado con los «gobiernos incorruptos» cuyos funcionarios imponen la ley a rajatabla, la «corrupción» permite al menos el florecimiento parcial de transacciones y de acciones voluntarias en el seno de la sociedad »... ¡redióssss!... ¿no cabe la esperanza?, ¿habrá algún modo de eludir la corrupción?... uf, difícil te lo ponen, pero te consuela Robinson Jeffers:  La corrupción no es obligatoria .