Editorial | La realidad de la política anticrisis
El Gobierno ha anunciado esta semana a bombo y platillo nuevas medidas para intentar ayudar a las familias que se ven atacadas directamente por la nueva crisis. En el recuerdo quedan los planes también puestos en marcha frente a la demolición de la economía que arrancó en el verano de 2007. Y más recientemente, con los problemas surgidos como consecuencia de la pandemia del covid.
La perspectiva que facilita el paso del tiempo exhibe una imagen preocupante. El dato de que solo llegó a cobrar la última ayuda anticrisis el 22% de los posibles beneficiarios es para plantearse si la política social es eficaz o busca más bien el titular fácil para luego no ahondar en la realidad que viven las familias. De nuevo se multiplican los problemas y sería importante que ese cheque de 200 euros, poco más que simbólico, llegue realmente a quien lo necesita sin ahogarse en la burocracia.