La casa Goyo
León, noviembre de 1920, Manuel de Cárdenas firma el proyecto de Casa para Gregorio Fernández en un solar de la Avda. Padre Isla c/v a la Plaza de Santo Domingo y a Ramón y Cajal, anteriormente ocupado por el mítico Mesón del Pico, y cuyas obras dirigió con el propio Goyo Fernández como constructor. En 1996, Revsa rehabilitó parcialmente el edificio… hoy lamentablemente repintado… Don Manuel había concebido el inmueble con muros de carga y pilares de fundición en los locales de las plantas baja y primera. Entre los negocios, un atractivo portal con el primer ascensor de la ciudad, la escalera principal y otras dos de servicio para subir al primer nivel y a las cinco plantas iniciales, que durante las obras se convirtieron en seis con 18 viviendas. Dispuso los tres alzados revocados, simétricos y tripartitos. Axial portada clasicista por Padre Isla. Basamento en dos niveles con innovador lenguaje comercial y entreplanta de huecos arqueados entre finos machones apilastrados bajo ménsulas fingidas y balconada abalaustrada. El cuerpo principal con miradores de obra centrados y volados bajo frentes ornamentales, y en el chaflán esbelto chapitel troncopiramidal. Flanqueando los miradores, balcones de forja entre pilastras lisas bajo las mismas ménsulas y nueva balconada a la que abren huecos verticales y otros arqueados junto a semicolumnas jónicas sosteniendo un entablamento discontinuo rematado por más balaustres, pedestales y pináculos. Y como coronación un ático amansardado y empizarrado con fina crestería vienesa… Cárdenas, a punto de trasladarse a Madrid, afrontaba los años 20 con la “Gran Manera”, ese “Cosmopolitismo” de formas neobarrocas, monumental y un poco decadente, pero elegante y refinado; un estilo capaz de dignificar el Ensanche y satisfacer los deseos de representatividad de una burguesía provinciana, ciertamente pendiente de la Capital, pero también al tanto de los gustos predominantes en aquella Europa enfangada por la Gran Guerra.