Casa de Baldomero Lobato
En marzo de 1927, Francisco Javier Sanz Martínez firmó esta Casa de Vecindad para Baldomero Lobato en un solar achaflanado de Ordoño II c/v a Villafranca. Proyectó una estructura de muros de carga y pilares de fundición en plantas baja y primera. Sin sótano. Los bajos comerciales de gran altura con las oportunas entreplantas, el portal con escalera y posterior ascensor, para subir a un primer nivel de oficinas, a otros tres con 12 pisos, y a un bajo cubierta, con 2 más. Distribuyó las viviendas al modo tradicional por un largo pasillo con dos cuerpos de galerías en un patio abierto a la calle. Dispuso los alzados simétricos y tripartitos. Basamento con discreta portada por Villafranca.
Cuerpo noble revocado emulando cantería rugosa que abre huecos seriados en la planta primera. Una imposta denticular da paso a un frente central de machones estucados separando estrechos lienzos de ladrillo con ventanas superpuestas recercadas bajo otra moldura lineal y un friso de vanos con vistosas jambas esgrafiadas color granate y dinteles dentellados. En los laterales columnas de balcones con geométricas barandillas metálicas. Todo rematado por una destacada cornisa bajo extraño peto calado junto a dos frontispicios poligonales con palmetas en su tímpano, en su día adornados por delicados pináculos, hoy desaparecidos.
Y en el chaflán un mirador de obra sobre ménsulas que abre grandes ventanales bajo balcón accesible desde un magnífico torreón coronado por cornisa denticular con más palmetas, pedestales y pináculos, también destruidos… Javier Sanz, arquitecto del Catastro de León, solterón y hombre de su época, gustaba de viajar por Europa y el norte de África, cuando no deambulaba por aquel Madrid, en cuya emergente Gran Vía pudo inspirarse para levantar este cosmopolita edificio pleno de motivos geométricos, ladrillo decorativo, enigmáticos esgrafiados, ventanas enmarcadas, balcones trapezoidales, frontis poligonales y exóticas palmetas entre crestería de posible inspiración egipcia o precolombina… ¡Puro Art-Decó!... Hoy un poco alterado, pero todavía… ¡Tan atractivo!