Caserón con fantasmas
El viejo edificio de oficinas ubicado junto a la antigua térmica de Compostilla I podría ser un buen símbolo de la España Vaciada. Durante décadas fue el epicentro desde el que Endesa dirigía la producción de energía en todo el noroeste de la Península. Repleto de actividad y de puestos de trabajo que impulsaron Ponferrada hasta niveles nunca sospechados. Allí había nacido en los años 40 la empresa nacional de electricidad (Endesa). Eso sí, nada que ver con la otra Compostilla, la II, la que está en Cubillos y que será próximamente derribada, según nos dicen, para aprovechar sus terrenos para nuevos proyectos. (Lo conocido hasta ahora es bastante descorazonador).
Me centro en la Compostilla originaria, la que recibió el nombre del paraje donde se arrancaron viñas para que surgiese una central y un poblado que aún conserva sus chalés de mandatarios, probando aquellas etapas mejores que lamentablemente no volverán. Con su economato, sus instalaciones deportivas modélicas... una ciudad en paralelo a Ponferrada, que incluso mantuvo durante demasiado tiempo un pulso por el liderato futbolero local con la Sociedad Deportiva Ponferradina.
Pero ahora, todo aquello duerme el sueño de los justos. Con un Museo que iba a ser Nacional centrado en la Energía. Que avanza al mismo ritmo de tortuga que las grandes obras que se hacen en esta provincia. Junto a ese edificio de antiguos despachos que fue asumido por la tan traída y llevada Ciuden, que parece abocada a malvivir de sueño en sueño, de promesa en promesa, eso sí, con paso por caja del dinero de todos cada anualidad, no se sabe muy bien ni para qué ni hasta cuándo.
Esas oficinas, el Ayuntamiento de Ponferrada las ocupa para sus servicios municipales. Curioso. En unas instalaciones en las que, siguiendo lo que se hace en otros sitios, se podría intentar crear un vivero de empresas. Quizá tecnológicas. Quizá energéticas, por aquello de que la Ciuden coja algo de ritmo. En los tiempos del teletrabajo no son pocos los territorios que se esfuerzan por atraer cosas. Pero en el caserón de Compostilla sólo se afanan por intentar tapar un poco el gigantesco cráter dejado por Endesa a base de poner oficinas públicas. Que cada día, por cierto, harán falta menos, al perder Ponferrada y El Bierzo habitantes de año en año...