Comedores

Vaya por delante que al colegio no se va a comer, sino a algo también muy importante para nuestro desarrollo como personas: aprender. Dicho esto, no quiero quitarle ni un ápice de importancia a los comedores escolares. Es un tema controvertido éste. Se trata de una bendición para las familias que apenas tienen otra opción para alimentar a sus hijos y eso es algo que hay que agradecer al sistema público por hacerles la vida más fácil. Lo que pasa es que una cosa no quita la otra y lo cierto es que algunos comedores escolares dejan mucho que desear. No es de sentido común que los alimentos se preparen muchos días antes ni que viajen cientos de kilómetros hasta que se sirven en la mesa. Es una cuestión práctica que ya sabían nuestras abuelas: recién hecho y de aquí al lado.

Estamos hartos de oír lo importante que es llevar una dieta equilibrada y de que nos cuenten hasta la saciedad que en los comedores esto se lleva por el libro cuando lo cierto es que de no sé si es realmente equilibrada, pero lo que sí sé es que es habitual que la calidad brille por su ausencia. No sé en qué momento este asunto dejó de  ser un bien de los niños y niñas para convertirse en un negocio. 

Tampoco entiendo muy bien que elaborar menús saludables y de una calidad aceptable, con productos de proximidad y en el día suponga un alza de los costes, pero, si así fuera, hay otras muchas cosas infinitamente menos importantes y prescindibles de donde se puede recortar en las administraciones para ponerlo aquí. Y, en cualquier caso, dudo mucho que tal y como está el precio de la gasolina salga más a cuenta traer la comida de no sé dónde. Además de que el cambio supondría apostar por productos de proximidad y, de paso, echar una mano a los productores de aquí, que nunca viene mal. A veces nos complicamos demasiado mirando alrededor cuando la solución la tenemos aquí mismo. 

Eso por un lado. Y por el otro, está el tema de la alimentación en sí, que no es menor. No estaría mal tener en cuenta que lo que uno come influye en cómo es y en cómo se comporta. Incluso en su rendimiento en clase. Nos les digo nada cuando hablamos de niños y niñas. Así que démosle la importancia que tiene y tratemos la gestión de los comedores escolares como algo trascendente. Porque lo es.