Editorial | Fracaso absoluto en Villablino
La posibilidad de consolidarse como un lugar relevante en el mundo del turismo es quizá uno de los pocos frentes en los que es posible apuntalar el futuro del valle de Laciana. El sueño del parador, comprometido en su día por José Luis Rodríguez Zapatero durante su etapa en La Moncloa, acabó descarrilando. Probablemente por esa inacción que suele acompañar a los proyectos relevantes por parte de los mandatarios políticos de la provincia, que no se muestran lo suficientemente activos para consolidar y concluir asuntos que serían fundamentales como éste. La desazón por todo ello, y por tantas cosas como están ocurriendo en Villablino, es evidente. Que apenas hayan acudido a votar, a la polémica y costosa consulta organizada por Mario Rivas, el 3,25% de los convocados evidencia ese hartazgo. Laciana se ha quedado sin parador. Sin una oportunidad de oro para vivir una transición tras el carbón hacia un futuro prometedor.