Editorial | Apostar por las universidades
La consejera de Educación, Rocío Lucas, se muestra muy crítica hacia la nueva ley de universidades que pretende poner en marcha el Gobierno. Rechaza que se avance por caminos que harán totalmente imposible el consenso. Una vía fundamental en política y que debe estar siempre entre los objetivos irrenunciables en la gestión de lo público. La Junta muestra también su rechazo a las intenciones exhibidas que suponen una falta de compromiso en un asunto que resulta fundamental para conseguir una enseñanza universitaria de calidad: la financiación. El planteamiento de Lucas es claro: «esta ley no nos hará mejores, ni más competitivos; no podemos estar de acuerdo con ella».
La protesta de Castilla y León también ahonda en otros frentes más técnicos y que tienen gran relevancia, al plantear 17 sistemas paralelos frente a la posibilidad de avanzar en un esquema único y compartido en España.