Diario de León

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Como dos credos en cisma se avista un 8-M cazurro convocándose manifestaciones cada cual por su vereda (¿pomadas diferentes para un mismo mal?, ¿ejércitos partidos para un mismo enemigo?). Eterna bipolaridad humana. Es como la vieja canción del «ni sin tigo ni con ti tienen mis males remedio». El feminismo se fractura... ¿es que no pueden caber todas las mujeres en el mismo?... jamás... ¿y será, como dice Shakira de la mujeres, que el feminismo «ya no llora, factura»?, porque lo hay instalado en el andamiaje gubernativo o en el asociativo y lo hay a la espera... o a la contra. O no lo hay, como se constata en no pocas mujeres acomodadas en una realidad que no las ofende ni agita. Dos feminismos a primera vista, dos procesiones, dos hojas de reclamaciones. Pero ha de haber también un tercero, del mismo modo que puede hablarse de una tercera España superando el simplismo de sólo dos bandos con sus dos trincheras irreconciliables... ¡y qué decimos tres!, pongamos que hay o habrá tantos feminismos como siglas de izquierda, que no son pocas, más todas las siglas de derecha y las centradas en imposibles o ambiguos centros... ¿o acaso no hay también feminismos que se dicen de derechas, además del de la Lomana (!!)?... Lo cierto es que a la postre la lucha ya va pareciendo encarnizada por ver quién es el feminismo verdadero para convertirse en el banderín de enganche, porque necesariamente se enganchan y alistan ahí el partidismo, el sindicalismo, el anti-racismo y, con más decisión aún y presencia, las vindicaciones de colectivos elegetébeí, todo ello con aspectos estrechamente ligados al feminismo. Demasiado corral alborotado para que pueda escucharse claramente una voz, una auctoritas persuasiva, y se adopte una estratégica unidad que permita ganar las batallas que hagan real una victoria final que será ardua y más lejana de lo que la impaciencia festiva del 8 de marzo quiera hacer creer. Nada nuevo; todas las religiones que no murieron en el intento pasaron y pasan por lo mismo. Y algo de religión y mucho catecismo sí que tiene este asunto.

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