¿Más dinero para el agujero de Pajares?
Ya se sabe que el papel lo soporta todo. Y más en periodo preelectoral. Las cuentas facilitadas ayer por el Gobierno sobre sus planes de inversión en el ferrocarril requieren un ejercicio de fe muy temerario. Cuando se inició la Variante de Pajares, hace ¡dos décadas! eran tiempos de proyectos de puertos secos —estaban muy de moda entonces— pero nadie había pronunciado nunca la expresión Corredor Atlántico. Durante estos veinte años los túneles bajo la Cordillera Cantábrica se han ido llenando de millones y millones de euros. Y a estas alturas sigue sin pasar ningún tren por ellos. Presumir a estas alturas de una inversión como ésta resulta bochornoso. Y más cuando se mete como previsiones de futuro para el noroeste...