Ni el árbitro libra
Hubo en estas tierras un afamado constructor que no dudaba en proclamar que daba a unos y a otros lo mismo para no tener problemas en las instituciones que gobernaban. Un equilibrio de equidad que me recuerda al que guiaba las acciones de un jefe que tuve. Medía las páginas casi con la cinta métrica, aunque nunca vi muy claro si era por justicia, por profesionalidad o por intentar que no le dieran la murga. También, unos y otros, ya que entonces la política se resumía así de sencillo, sin esas hijuelas que cada día que pasa más nos aburren y complican la vida.
Al pensar en el covid me veo obligado a mirar igualmente como al cruzar las calles, a derecha e izquierda. Aquí, en lo próximo, prueba la gestión de la pandemia el hecho de que la Junta siga difundiendo dos veces por semana una clarificadora estadística sobre los casos. Con lo que dicen se ponen en evidencia. Sólo han sido capaces de recontar, o sea de atender, a escasamente uno de cada tres leoneses. El resto, a estas alturas, no han pasado el covid!! Ni una vez!! Son datos, como tantos otros, que generan confusión entre una ciudadanía que hace tiempo que dejó de hacerles caso. El mismo que les hacía la Junta cuando nadie les cogía el teléfono a ninguna hora...
Al otro lado, en Madrid, nos enteramos ahora de que se reunían diputados socialistas de cena cuando tanto nos repetían que éramos unos asesinos si visitábamos a nuestras madres. Con distancias, mascarillas, con mesas de bar separadas y con los justos para un tute... mientras otros iban de cena de lujo —financiada por un empresario para reducirles el coste— con todo preparado para que nadie les pillase en pleno toque de queda... en una acción no tan distante de la que envió a casa a un premier británico. ¿Nadie preguntaba quién pagaba? ¿Sería a cuenta de un cupón de la once premiado como el que ha vuelto a aflorar...?
Seguro que ningún juzgado puede decir nada de todo esto. Principalmente porque la chapuza legal de la pandemia dejó en nada las medidas que sufrimos todos. Sentando un precedente nefasto si un día vuelven a ser necesarias. Pero políticamente parece que desautoriza bastante a quienes aceptaban cenas de ¿desconocidos?, algo quizá reñido con ese código ético del partido que impide regalos y viajes... ¡confinados!
Entre esos dos bandos queda el de en medio. El arbitral. Parece que a la Justicia también se le hace bola el tema. En un negocio milmillonario, que incluye las quinielas de gestión del Estado.... ‘Que se duerma el asunto’. Como todo lo que envuelve el covid, donde el reparto de culpas podría ser tan plural que mejor pasar página ‘sí o sí’.