Editorial | El wolfram busca resurgir de la ruina
La ruina del poblado de La Piela, que acogió el negocio del wolfram a la sombra de la Peña del Seo, busca convertirse ahora en un atractivo turístico. Un ejemplo de aprovechamiento del patrimonio industrial en un paraje excepcional, que pretende ser recepción de visitas, refugio de caminantes y un espacio sociocultural con un atractivo proyecto arquitectónico que como primer paso tiene la intención de no perder el embrujo de un poblado que hace mucho tiempo ya que es fantasma. La ruina de sus edificios se salva ahora, en el caso del que fue cuartel de la Guardia Civil, con una inversión de 300.000 euros por parte de la Diputación y el Ayuntamiento de Corullón. Y hace un guiño también a la modernidad: la vecina empresa Stac fabrica un tejado de efecto espejo que reflejará la montaña que rodea el amasijo de piedras. El negocio del wolfram no volverá. Pero su herencia sí merece ser puesta en valor.