Edificio Ramón y Cajal, 15
En abril de 1974, Ceferino Bada Castañón y Ángel Mirones Velar firmaron este proyecto de viviendas, locales y garajes promovido por Urbalesa S.L. en la calle de Ramón y Cajal, en cuya dirección facultativa colaboró un joven José Carlos Reguera cuando se ejecutaron las obras, con José Manuel Pérez García como aparejador. Concibieron el inmueble con estructura de hormigón y dos sótanos para aparcamientos con las instalaciones de calefacción y agua caliente en lo más hondo. Dispusieron la planta baja para locales comerciales junto al acceso rodado y dos portales laterales, cada uno con su puesto de vigilancia, zona de espera amueblada y los respectivos enlaces verticales con escalera neutral y dos ascensores: principal y de servicio, para subir a 32 viviendas —cuatro por planta— situadas en seis niveles a la calle y dos retranqueados… Buscando todas las viviendas exteriores y su mejor orientación, distribuyeron las mismas alrededor de dos patios, uno posterior al fondo y otro abierto a la calle en la planta primera que, aunque se proyectó, lamentablemente no se ajardinó. Dispusieron los alzados exteriores con quebradas bandas horizontales pautadas por «placas de piedra artificial abujardada con chorro de sílice», cumplidamente soldadas a los forjados de pisos, entre las cuales abrieron ventanas apaisadas con carpintería de madera entre machones revestidos del mismo material, como los techos y fondos de las oportunas terrazas, que conforman oscuras franjas realzando claroscuros y texturas para potenciar el dinamismo, ciertamente Expresionista, al tiempo que Brutalista, de este novedoso edificio que, Ceferino trazó eludiendo «trillados caminos»… tal vez a modo de réplica, o tratando de emular al Complejo de Santo Domingo que por aquel entonces hacía valer su influencia en la arquitectura leonesa de los años 70.